ENTREVISTA

«Me guío con mi instinto y sentido de la musicalidad»

 

 

 

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Rafael Vázquez es alicantino, tiene 28 años y un brillante curriculum académico que le acredita como licenciado en Derecho Comunitario y doctorado en Derecho Ambiental. Sin embargo, cosas del destino, hace cinco años, animado por sus amigos de la tuna, probó suerte en el mundo de la lírica. Hoy en día despunta en Europa como una de las voces masculinas más prometedoras.

Rafael Vázquez pasa unos días de vacaciones en su Alicante natal, desde donde marchó a Inglaterra en el año 2000 después de haberse doctorado en Derecho Ambiental. Tras unos años de duros y acelerados cursos musicales se ha erigido en uno de los tenores con mayor proyección en Europa.

¿Cómo llega un abogado al mundo de la lírica?

Yo estudiaba Derecho en Madrid y cantaba en la tuna. Los compañeros me animaron a que me presentara a un certamen, gané el premio y empecé a engancharme. Volví a Alicante, me puse en contacto con la soprano Jovita Gómez Couto y realicé algunas galas líricas en pueblos de la provincia. Luego me fui a Inglaterra a investigar Derecho Ambiental en Nottingham y di clases de canto con la soprano Pamela Cook, que me dijo que me olvidara del Derecho, que el canto era lo mío.

Y a partir de ahí, una carrera fulgurante...

Bueno, me decían que tenía personalidad y voz, pero obviamente me faltaba aprendizaje, porque yo no tenía ni idea de solfeo. Me llevaron a hacer una prueba a la escuela de música de Guildhall, le pegué cuatro voces al director y me dijo que me quería allí en septiembre. En un año tuve que hacer todo el grado superior, y luego un posgrado y un curso de ópera de dos años que acabé este pasado junio.

¿Y su familia cómo ha vivido todo este cambio radical?

Al principio estaban preocupados por el cambio, todos pertenecen a la rama del Derecho, y pensaban que tiraría la toalla. Pero pronto actué en una gala benéfica en la Royal Opera House Covent Garden; después debuté con Tamino en «La flauta mágica» en Kent y ahí ya vieron con seguridad que la cosa iba en serio. A partir de entonces participé en muchos conciertos en Londres, oratorios en Noruega y recitales de verano en Italia. Las críticas internacionales han sido bastante buenas.

Especialmente en sus actuaciones más recientes.

Sí, interpreté el papel de Ferrando en la ópera «Cosi fan tutte» de Mozart, en Newcastle, con la Northern Symphony y dirigido por Sir Thomas Allen. Y el paso definitivo fue el «Requiem» de Verdi, con la South Bank Sinfonia en la catedral de Westminster ante 2.000 personas. Allí fui solista con el Coro del Parlamento inglés.

¿Cuáles son ahora sus retos?

Ahora me voy a Bélgica para un programa de un año con la Ópera Flamenca de Gante, que será la mitad de educación y la mitad de actuaciones. Empieza en octubre y en diciembre inauguraremos una ópera en Ortona (Italia). Y seguiré yendo a Inglaterra para promocionarme y continuar estudiando.

¿Cómo ha recibido el mundillo lírico a un joven abogado?

Bien, fue una aventura, pero la suerte es que yo llegué con las ideas muy claras, empecé con 24 años y ahora tengo 28. Y mi carrera, aunque suene extraño, me sirvió de mucho. Aprendí un método para solucionar problemas y todo eso me ayuda a la hora de estudiar un personaje. Además, en este mundo tienes que ser muy social y conocer gente. Yo no tengo aún agente, voy de «freelance». Los profesores me han dicho: «tu personalidad te abrirá tantas puertas como tu voz». Al principio me faltaba estilo y lo que ellos llaman elegancia, pero lo suplí con tesón; era tal el convencimiento que tenía que no me sentí tan mal. Fíjate que hice «La flauta mágica» en alemán sin tener idea del idioma. Siempre he pedido ayuda cuando la he necesitado. Voy con humildad y fiándome de mi instinto y de mi sentido de la musicalidad, que me han dicho que es muy bueno.

¿Cuándo actuará en España?

Tengo unas ganas tremendas, pero es difícil ser profeta en tu tierra. Me encantaría actuar en el Teatro Principal, pero el problema es que se traen productos del Este por poco dinero en vez de aprovechar lo local, que es mucho y de calidad.